CBD y Kratom: descubre las alternativas naturales para el dolor crónico

Cada vez son más los que sufren de algún tipo de dolor crónico y deciden optar por una solución a su malestar que no pase por la medicina tradicional y los medicamentos convencionales. 

Muchas veces estos medicamentos acaban siendo agresivos con el organismo debido a la periodicidad y continuidad de su uso.

Las alternativas de origen natural a los medicamentos tradicionales son también cada vez más abundantes y, aunque a un ritmo más lento del que muchos desearían, sus efectos, eficacia y seguridad para el tratamiento del dolor crónico se están estudiando de forma oficial. Es el caso de dos sustancias que han ganando protagonismo en los últimos años: el CBD y el kratom. 

Estas dos sustancias, ambas de origen vegetal, son aún muy desconocidas por una gran parte de la población que se podría beneficiar de sus propiedades. Ambas se han visto envueltas en un complejas controversias políticas, legales y sanitarias que al fin y al cabo no han hecho más que entorpecer la investigación científica sobre sus propiedades y efectividad y, por consiguiente, hacer que su legalidad se cuestione, su acceso no esté regulado y sus efectos no sean claros.

A continuación te ofrecemos una mirada general a estas dos sustancias de origen natural: qué son, para qué se suelen utilizar y cuál es su estado legal actual: 

CBD (Cannabidiol)

Para los nuevos en el mundo del CBD, estamos hablando de cannabidiol, uno de los elementos activos encontradas en las plantas de cáñamo. El CBD es un tipo de cannabinoide, igual que el THC, pero que a diferencia de este no produce un efecto psicotrópico, de estar “drogado” o intoxicado. El THC es el principal componente activo de la marihuana y el elemento que le da sus efectos adictivos y psicotrópicos. El CBD es un cannabinoide totalmente diferente y se diferencia del THC por no ser ni psicoactivo, ni adictivo, ni causar un efecto de estar “colocado”, es decir, ofrece unos beneficios más modestos pero con ninguna acción psicoactiva, lo que hace que no sea considerado una droga por científicos y médicos.

El CBD se comercializa normalmente en forma de aceite, pero también se vende como 

extracto, líquido para vaporizar o en cápsulas a base de aceite. Además de esto, también existen multitud de alimentos, bebidas y productos de belleza con infusión de CBD. 

El CBD empezó a hacerse popular en los Estados Unidos a partir del 2013 tras un documental de la CNN en el que se hablaba de Charlotte, una niña del estado de Colorado cuyos padres le administraron CBD en un intento desesperado de tratar sus más de 300 ataques epilépticos semanales. El éxito del caso de Charlotte contra todo pronóstico despertó la curiosidad del resto de la población y el interés de fabricantes y productores es el CBD. 

Mientras la marihuana ha estado siempre presente como alternativa natural para el tratamiento del dolor crónico y otras dolencias y condiciones, siempre ha sido relegada a un segundo plano, al otro lado de la legalidad y fuertemente estigmatizada por la sociedad. En menos de seis años, el CBD ha ganado terreno como una alternativa a los medicamentos tradicionales, de forma más o menos legal y con mucho más éxito que la marihuana. Se ha comercializado en forma de medicamento y totalmente legal para tratar las convulsiones producidas por determinados tipos de epilepsia, pero su popularidad no ha terminado ahí, su uso se ha extendido a multitud de dolencias y condiciones y se recomienda actualmente como ayuda en el tratamiento de la esclerosis múltiple, el dolor crónico, la inflamación, la artritis, la enfermedad de Crohn, la ansiedad, el estrés, y el síndrome de abstinencia, entre otros.

Según un estudio reciente, alrededor del 60% de las personas que usan CDB para el tratamiento de condiciones médicas, lo hacen para tratar el dolor crónico, el dolor de articulaciones y la artritis.  

La legalidad del CBD es, cuanto menos, confusa y varía en cada país. En los Estados Unidos se considera legal la compra y venta de CBD en dosis que contengan menos de 0.3% de THC, pero las regulaciones varían entre estados ya que en algunos se puede comprar en tiendas sin ninguna restricción y en otros solo con prescripción médica.

En Europa, como bien explican THC Abogados, “en algunos países, las plantas pueden clasificarse como complementos alimenticios. Por ello, las autoridades españolas no pueden oponerse a la comercialización de productos elaborados con plantas medicinales en la UE como complementos alimenticios por el principio del reconocimiento mutuo y la regulación del libre comercio de la Unión europea.”

En España no está regulado como producto apto para el consumo humano por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), y por lo tanto no se puede vender como tal. La única forma que tienen los productores y comercializadores de vender esta sustancia o productos que la contengan es marcándola como solo para uso externo. De esta forma se “burla” la ilegalidad de vender CBD para el consumo humano.

No habrá que esperar mucho, sin embargo, para poder venderlo como lo que es, un suplemento beneficioso y con un potencial enorme, ya que según un informe de 2017 de la OMS (Organización Mundial de la Salud) este cannabinoide no es ni adictivo ni perjudicial para la salud.  Además, según anunciaba la NBC y como se puede ver detallado en clinicaltrials.gov, los Estados Unidos han destinado 3 millones de dólares a un nuevo estudio clínico para medir la eficacia del CBD como tratamiento para el dolor, en particular el olor crónico.

Kratom

Si el CBD te resulta poco familiar, seguramente nunca hayas oído hablar del kratom, una planta de la familia del café que ha sido usada durante miles de años como planta medicinal por sus propiedades analgésicas y energizantes en regiones del sudeste asiático. Se trata de un árbol de tronco delgado que en algunos casos puede llegar hasta los 15 metros y que crece tradicionalmente en zonas húmedas de lo que hoy en día son Tailandia, Malasia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea. De este árbol, lo más interesante son sus hojas, ya que contienen un alcaloide llamado Mitraginina, lo que podríamos comparar en términos de componentes activos, al CBD y al THC. A diferencia del CBD, la Mitraginina no se suele extraer de la planta de kratom y se consume a través de la hoja molida, como un té.  Es este alcaloide el que le otorga las propiedades por la que ha sido venerado por tantas culturas a lo largo de los siglos. Sus efectos varían mucho dependiendo de la dosis en la que se tome y contrario a lo que falsamente se cree, no es psicoactivo ni no produce un efecto tan intenso como el THC. En dosis bajas produce un efecto estimulante parecido al del café, mientras que en dosis más altas tiene propiedades relajantes y sedativas.

Foto: Medical News Today

El kratom se presenta como una alternativa con mucho potencial para tratar los síntomas de dolencias físicas como pueden ser el dolor crónico o la artritis, así como malestar causado por la ansiedad y la depresión. Puedes consultar nuestra guía del kratom si quieres más información detallada sobre sus efectos y usos. 

Mientras la controversia sobre el uso del CBD podría considerarse un residuo del estigma histórico que ha sufrido el uso terapéutico de la marihuana y todo lo relacionado, al kratom la controversia le llega por frentes diferentes. Por un lado, el hecho que se haya usado para tratar el síndrome de abstinencia de algunas drogas duras como la heroína hace que se asocie inevitable y erróneamente a ellas. Por otro lado, mientras el CBD ha sido estudiado de forma más institucional a través de estudios clínicos y como resultado ha sido avalado por organizaciones de reconocimiento internacional como la OMS, el kratom no ha llegado a ese nivel todavía. Debido a todas las alegaciones sobre sus posibles peligros, fundadas en investigación inexistente, no existe un interés institucional, político o económico para invertir en investigación de verdad. Sin embargo, según la AKA (American Kratom Asociation) más de 15 millones de personas en los Estados Unidos son consumidoras de kratom y la mayoría lo usan para aliviar el dolor y tratar los síntomas de la ansiedady la depresión. Algunos otros, apunta la AKA, lo usan para desengancharse tanto de drogas ilegales como de medicamentos que generan adicción. 

El estado legal del kratom varía mucho dependiendo del país que analicemos. En los Estados Unidos, como sucede en algunos países de Europa, el kratom no está regulado para el consumo humano, como sucede con el CBD y, por lo tanto, no se puede vender como tal. En países como el Reino Unido la comercialización de cualquier tipo está totalmente prohibida. En España, el kratom no está detallado como una sustancia ilegal pero tampoco está regulada, por lo que se encuentra en una nube legal. Mientras su comercialización no está penada, no se puede vender como complemente alimenticio, suplemento o cualquier otro tipo de producto dirigido al consumo humano. 

Tanto en el caso del CBD como en el caso del kratom, hasta que no se conviertan en sustancias reguladas, es muy importante obtenerlas de proveedores de confianza que garanticen la pureza y calidad de sus productos. 

Como se señala en numerosos estudios, la investigación sobre la eficacia, los efectos y beneficios de estas sustancias así como sus efectos secundarios reales es clave para poder avanzar en medicina y poder ofrecer la mejor opción para cada paciente que necesite tratar algún tipo de dolencia, sea física o psíquica. Desde Kratom Science, creemos que la investigación, la desestigmatización y la regulación de estas sustancias es de vital importancia y que la propaganda alarmista solo hace que perjudicar a aquellos quienes más pueden beneficiarse de sus efectos. 

Fuentes usadas para la redacción de este artículo: 

https://www.nbcnews.com/health/health-news/what-kratom-popular-herbal-supplement-has-caught-flak-fda-n1066526
https://www.nbcnews.com/health/health-news/u-s-spend-3-million-find-out-if-cbd-can-n1056516
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04044729
https://www.who.int/medicines/access/controlled-substances/5.2_CBD_PeerReview2.pdf 
https://www.webmd.com/mental-health/addiction/news/20171026/kratom_opioid_withdrawal
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6612999/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6043845/

 

 

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